Podemos
citar una serie de festividades que marcan características
y señas de identidad en la zona de estudio, reseñando
algunas poblaciones significativas. Es una amplia comarca
en la que se dan puntos comunes como son la devoción
mariana, representada en la Virgen como patrona de los
pueblos en diferentes advocaciones, destacando el Rosario
de la Aurora y todo el ritual en torno a ello, con la
Cofradía de los Auroros. Son muchas las canciones de la
Aurora a lo largo del año que se conservan, no solamente
en Zarzacapilla, sino en los diferentes pueblos. Tanto
esta Cofradías como la del Corpus Christi de Peñalsordo y
las de las Ánimas en distintos lugares, extienden sus
actividades a lo largo del año.
El
hecho de la cercanía entre determinados pueblos hace que
muchas de las fiestas compartidas en la zona se presenten
de forma escalonada, lo que supone convivencia, así como
la rivalidad y competitividad bien entendida en el
carácter festivo, entre el municipio protagonista y los
pueblos cercanos que acuden a la fiesta.
Con
respecto al repertorio musical hay muchos romances y
canciones comunes que se repiten en los distintos pueblos,
como ejemplos de tonadas burlescas sirvan la molinera o la
“toná de los güevos”. Pero la tipología de las piezas, de
las que se conserva un mayor número de canciones, es de
los romances, con diferentes temáticas, incluidos desde
los moriscos hasta lo pliegos de cordel, y de los modales
a los más puramente tonales.
En
cuanto a los bailes son del tipo jotas, rondeñas y
fandangos. Además de alguna otra forma como los corros o y
valses corridos o con coreografía como el Vals de
Campanario. Las danzas rituales también derivan de las
cofradías del Corpus, muchas de ellas documentadas para
esta festividad, de las que solamente se conservan las
Alcancías o “caballitos” en Peñalsordo. También
específicas hay que señalar las de pastores de Nochebuena,
como son los “bailantines” de la misma localidad. |